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11 noviembre 2025 Gastronomía Tradiciones Terra

Cuando los días se acortan y el aire se vuelve más fresco, Baleares se llena del aroma a guisos tradicionales que han pasado de generación en generación. Y las cosas como son: con el ‘freskete’, apetecen ciertos platos que en otra época no serían la mejor de las opciones.

 El otoño es una invitación a sentarse a la mesa y disfrutar de esos platos que cuentan historias, elaborados con ingredientes locales y con el tiempo y cariño que solo la cocina casera sabe ofrecer. Historia, tradición, sabor y mucho amor. Amor por las personas y los ingredientes. ¡Tomad nota y disfrutad!

Uno de los más emblemáticos es el “arròs brut”, un arroz meloso y especiado cuyo nombre —“sucio”— alude al color oscuro que le dan las setas, la carne y las especias. Cada casa tiene su versión, pero todas comparten algo en común: el respeto por el producto de temporada. Las setas recién recolectadas, la sobrasada, el conejo o el pollo de corral se combinan en un plato que resume el alma de Mallorca.

Otro clásico que no puede faltar en estas fechas es el “escaldums”, un guiso de pollo o pavo con almendras, patatas y un sofrito lento que perfuma la cocina durante horas. Se suele preparar en días señalados o fiestas familiares, y cada cucharada recuerda a los inviernos junto al fuego, cuando el tiempo parecía ir más despacio.

Y, por supuesto, las sopas mallorquinas, humildes pero llenas de sabor. Hechas con pan moreno, verduras y aceite de oliva, son el ejemplo perfecto de cómo la tradición campesina ha sabido aprovechar cada ingrediente con sabiduría. Ligera pero reconfortante, esta sopa es ideal para los días más fríos o después de un paseo por la Serra de Tramuntana.

Estos guisos, además de deliciosos, son un homenaje al producto local y sostenible: verduras de temporada, aceite de oliva virgen extra, legumbres y carnes criadas en la isla. En MarSenses, valoramos estas raíces gastronómicas porque creemos que viajar también es saborear el territorio, conectar con su historia y con quienes lo cultivan.

El otoño balear sabe a tierra, a tradición y a hogar. Cada plato es una historia que continúa viva en las cocinas de hoy, y una invitación a descubrir Mallorca desde el corazón de su gastronomía. Además, ahora, con un menor número de gente en la isla, bueno en todas las islas, es mucho más fácil poder disfrutar de los restaurantes que ofrecen estas delicias. Consejo: disfruta de los sitios más longevos y más conocidos de la isla. Ah, ¡y ve donde vayan los locales!

PD: A título personal, este que escribe os sugiere, además, un buen plato de caracoles. Eso sí, "sucant" (mojando) el pan con el caldo de los caracoles y 'dipeando' los animalitos en alioli.