Albert Einstein decía que la crisis es la mejor bendición que puede sucederle a las personas, ya que trae consigo progresos. Y es que de cada crisis que tenemos/padecemos/observamos, nos está dando una oportunidad. Una nueva ocasión para hacer las cosas diferentes, para enmendar nuestros errores o tomar otro camino en este aprendizaje que es la vida. Y cualquier cosa que pasa mientras estás viajando, que pueda descolocarte, también es una oportunidad.
En efecto, en esta última casuística nos queremos centrar hoy. En el camino. Pero no en el sentido más metafórico de la palabra, sino en el literal. Te pongo, a ti lector, en situación...
Imagina que estás en Mallorca conduciendo por uno de los pueblos más bonitos de la isla donde has ido a hacer unas gestiones, o es tu ruta marcada de hoy en la agenda. Todo en orden hasta que, por cualquier razón -que a veces se escapa de la lógica- acabas siguiendo un camino que no es el que esperabas. Ahora estás en terreno rural.
Acabas siguiendo la señal del GPS que te lleva a través de caminos alternativos, como en plena naturaleza -con algunas casas, ¡y qué casas! - y zonas en las que puedes pararte (te ha dado un poco de angustia el estar en un camino tan estrecho que no caben dos coches) y respirar.
Respirar, sí. El que te está contando esta historia real tiene un poco de angustia al volante cuando se trata de carreteras estrechas o son lugares que no controla. Desconozco la razón; probablemente no estar en control, pero me resultan incómodos estos caminos.
En ese momento en el que he podido parar, ya que no venía nadie y me he permitido parar, respirar y analizar, todo ha mejorado. No sólo me he dado el momento para ver y disfrutar del paisaje en el que estaba, sino que también me ha visitado una sonrisa que iba de oreja a oreja. ¿Es este pseudo escritor algo especial? Sí, lo es. De hecho, esta es, posiblemente, la mejor forma de describirlo.
Porque alguien que se siente perdido aún sin estarlo, y al momento pasa a sonreír y disfrutar del paisaje, puede resultar hasta cómico. No obstante, es importante apreciar que esta sensación va mucho más allá de un GPS perdido, de una zona en un camino rural que nos genera incomodidad o de un momento en particular.
Cada situación que nos genera malestar, que nos incomoda, que nos presenta una crisis del tipo que sea, es una oportunidad. Por ejemplo, a mí me podría haber durado el ‘agobio’ unos 7 minutos más, que era el tiempo que marcaba el GPS para incorporarme a la carretera. Pero no ha sido así. De hecho, me ha permitido pararme en una entrada de una finca a observar el paisaje. A bajar la ventana y oler a campo, a respirar, a pensar más allá del momento. Una situación que no solemos hacer, por el ritmo de vida o por varios factores externos. Estaba en un lugar maravilloso, pero me sentía en una encrucijada que no me dejaba apreciar lo que tenía delante.
Esos momentos nos ayudan a poner perspectiva a muchas cosas. Pensamientos que están perdidos, van encontrando, de nuevo, su sitio. Como nosotros. Para mí, ha sido una oportunidad para desconectar de la mañana por un momento. Apreciar lo que tenía enfrente. Cambiar la perspectiva por un momento. Una palmadita en la espalda para recentrarnos, como hace el GPS cuando está perdido. Aunque realmente no lo está.
Por eso, cuando estés de vacaciones o visitando algún pueblo o ciudad, ya sea aquí en las Islas Baleares o fuera, en cualquiera de tus viajes, recuerda: es una señal para parar, observar, analizar, disfrutar. El camino nos guía, pero también nos ayuda a ver qué tenemos alrededor, que muchas veces obviamos, o ni siquiera vemos.
Un mundo más allá de aquello que vemos entre dos muros, llámese carretera, vida, sendero profesional, historia personal. Parémonos un momento a darnos ese placer. No se trata de un capricho, sino que es una necesidad. Una forma vital de apreciar lo que tenemos. Y también lo que no tenemos.
Así que, pase lo que pase, recuerda: Observa, respira, analiza y déjate sorprender por la vida y el nuevo camino que ha aparecido frente a ti. Sea el que sea. Es la forma de encontrarse.